Tú podrías ser feliz
Sigo acostado en un estado semi despierto, aún te recuerdo, ya han pasado algunos meses, ¿me duele? No, creo que el ser humano tiene un impulso sádico de recordar lo que te daño para demostrarte que no pasa nada, después de muchos intentos fallidos puedo decir que ya no dueles, que tal vez hice terapia de exposición contigo, si esa que los conductistas utilizan con pacientes con fobia, me acerque tanto a tu recuerdo, a tus fotos que perdieron efecto, no considero que sea el mejor método pero lo hice. El budismo y la psicología basada en Jung dice que debemos de aprender a sentir el dolor para después librarnos de él, tal vez no de la manera más prudente pero lo hice, identifique las diversas causas de mi sufrimiento que nada tenían que ver contigo y te solté. Vi tu felicidad desde lejos o tal vez de manera errónea he interpretado que así vives. Al inicio el dolor es mortal, sientes la daga en el pecho, el sufrimientos que tu mismo te impones con tu imaginación, ideas de que alguien ocupa el lugar que yo tenía, herida narcisista, no era el único que te podía hacer feliz. ¿Alguna vez has escuchado You Could Be Happy de Snow Patrol? Creo que esa canción es totalmente identificable con mi sensación de duelo, tal vez te tuve que detener, pero no lo hice, tal vez en algún momento te podía buscar, pero no lo hice, tal vez en algún momento te tuve que hablar y explicar, pero no lo hice, puede ser por orgullo o dignidad. Al final mi deseo siempre será el mismo "más que nada quiero verte crecer dándole una gloriosa mordida al mundo entero" aunque yo no me enteré, eso es innecesario. Después de muchos tropiezos descubrí que la causa principal de dolor es uno mismo, con sus ideas fatalistas, con sus escenarios imaginarios, con su falta de certeza sobre el futuro propio y el de los demás. Vivir situado en el presente, evitará muchos pesares, centrarte en lo que tienes y disfrutar en el hoy, quitarte el peso de los malos momentos que viviste y aceptar el ciclo natural de las cosas es lo que te hace sentir mejor, ¿no acaso todo lo que nace muere? El amor que florece se marchita en algún momento y por más jardinero experto que seas no podrás parar el ciclo natural de las cosas. El apego trae consigo sufrimiento, nos ponemos ansiosos por saber del otro o porque no responde de la manera en la que uno espera, las personas son y no las podemos cambiar, solamente aceptar, ¿que es lo que aceptamos y porque lo aceptamos? Eso tiene origen en nuestra historia personal, la repetición de patrones puede ver con nuestra tradición familiar mal sana, pero eso solamente lo sana quien quiere, analizar su prehistoria e historia. Al final soltarte me llevo a un camino de descubrimiento interior, de crecimiento, alguna vez escuche que el amor que no pudimos dar porque el otro se marcho, nos lo damos a nosotros mismos y nos ayuda a transformarnos. Amar no es poseer ni querer que el otro se transforme en lo que yo deseo o que siga mis ordenes, amar es dejar ser.
Saludos.
Atte: Gabo.
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