Insignificancias

A veces aquellos pequeños de una experiencia son los que después de un tiempo cobran importancia y dan significado a gran parte de las cosas. Milán Kundera tiene una máxima en sus novelas lo absurdo y lo pequeño, es aquello que cobra una significancia, lo cual es una realidad, reflexionemos, cuantas veces una palabra hace que una persona se ofenda con nosotros de manera catastrófica, un malentendido por una foto, un comentario o hasta una reacción en las redes sociales puede cobrar tanta importancia, no cabe duda que la insignificancia es lo que reina en la vida del ser humano, he ahí donde cobra importancia el psicoanálisis con el concepto de inconsciente o de la Gestalt con el concepto del ahora. A veces realizamos acciones sin percatarnos (inconsciente) y otras no las recordamos porque no vivimos en el tiempo presente (Gestalt) y entonces es ahí donde entra la peculiaridad de cada persona e interpretación, cada uno de nosotros recordamos y guardamos en nuestra mente lo que en nuestra experiencia es relevante, lo demás se desecha. Cuando tenemos un recuentro con personas que fueron relevantes en nuestras vidas después de un lapso, tal vez el otro recuerde detalles que nosotros no tengamos grabados, es porque para nuestra experiencia no son relevantes, la vida es tan subjetiva y magnifica, que cada quien interioriza de manera diferente lo que quiere, desde el odio al amor. Por eso muchas frases dicen que la infancia marca nuestro destino, tal vez no de manera radical y total, pero si de manera parcial. Hoy desperté como a las 7 de la mañana, soñé con una persona a la que no recordaba desde hace unos ayeres y me di cuenta que solamente me acordaba de las minucias, del color y forma de su cabello, el color de su piel y el tono de su voz. Entonces me percate que hasta de las personas que llegamos amar, solamente vemos una parcialidad, que cuando uno esta enamorado lo vuelve totalidad. Aún recuerdo las pequeñas insignificancias de esa personas que han hecho de mi lo que soy. A veces no consideramos que desde una experiencia positiva o negativa, nos transformamos, no existe lo estático, estamos en continuo movimiento. Tal vez como el mismo Kundera refirió existira un nuevo hombre el homo sentimentalis. El homo sentimentalis no puede ser definido como un hombre que siente (porque todos sentimos), sino como un hombre que ha hecho un valor del sentimiento.  A partir del momento en que el sentimiento se considera un valor, todo el mundo quiere sentir; y como a todos nos gusta jactarnos de nuestros valores, tenemos tendencia a mostrar nuestros sentimientos¨. Ojalá, algún día... 

Atte: Gabo, tu psicólogo fav. 






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