El último momento siempre es inesperado

Ayer hablando con una persona sumamente brillante, me dijo algo de lo que yo siempre había estado  consciente pero que solamente en pocas ocasiones le había prestado atención: Todos los finales son inesperados y abruptos, uno nunca sabe cuando será la última vez que ves, abrazas o besas a una persona. Bajo este precepto, pensé, ¿que pasaría si mañana supiera con certeza que mi pareja me va a dejar?, el motivo es irrelevante. Reflexioné y entonces me imaginé dos panoramas y esto gracias a que en la consulta he visto un sin fin de situaciones pero creo que se dividen en dos grandes grupos, los que no quieren dejar a su pareja porque están bien y aquellos que saben que los están destruyendo pero que no pueden dejar a su pareja por uno u otro motivo. Si fuera un enamorado que lo dejan de un día a otro (lo cual me paso), pero que supiera,  tal vez dos días antes que me van a terminar y que eso ya es un hecho irreversible, seguramente mis abrazos durarían más tiempo, mis besos serían apasionados, le daría pequeños besos en todas partes en los cuales supiera que ella siempre va a ser lo que más he querido, tomaría su mano y le recordaría que todo lo que dije siempre fue cierto, que fue el amor de mi vida y le daría a entender que todo lo que inicia tiene un fin, y que no por eso dejaría de pensar en ella. Le remarcaría la importancia de que continué con sus sueños y que consiga todo lo que se ha propuesto, que no mire para atrás, que ella siempre se ha caracterizado por ser exitosa y que si voltea a ver el pasado y me extraña, que no se preocupe que cada quien debe de seguir su destino. Para finalizar le diría que hay personas que a veces forman parte de nosotros y que aunque desearemos sacarlos no podrías pues ellos ya quedaron impregnados en el alma y que ella es una de esa personas. Pero que pasaría si fuera el otro caso, seguramente si me quisiera separar y no pudiera. El saber que esto iba a pasar, me generaría ansiedad y tendría temor a la soledad, buscaría en mi memoria aquellos vestigios en lo que amaba a esta persona, me aferraría a su presencia, lloraría y diría que mi vida se va a perder, en pocas palabras haría todo un drama. Al momento de despedirme seguramente le diría cosas negativas y positivas, pero también reconocería que lo mejor es dejarnos, porque nadie puede vivir la existencia del otro y que mis emociones no pueden depender de lo que ella. Entonces solo le diría adiós, sabría que iba a ser difícil pero que buscaría sobrevivir. Que no me buscara nunca más porque seguramente no me iba a encontrar. 
Al terminar estas reflexiones concluí, que no se necesita a nadie más para hacernos daño, más que a nosotros mismos. El hombre es lobo para si mismo. 


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