El diario de un Psicólogo

En la vida moderna el concepto de Stalkeo es muy común, el cual hace referencia al espía ó aquel que se quiere enterar de la vida de otro sin que se le percate. Siempre he considerado que todos tenemos nuestro lado curioso pero en la actualidad yo lo denominaría como Edgar Allan Poe nuestro pequeño Demonio de la Perversidad, porque aún sabiendo que nos va a hacer daño lo hacemos, parece que nuestro inconsciente nos empujara a la masacre, a caer aún más bajo, porque bien dice que el que busca encuentra, al encontrarnos la imagen no deseada, esa que nos habíamos imaginado pero que no queríamos ver como realidad, nos lastima, rompe y vuelve vulnerables. Stalkear es algo inevitable, las redes sociales están al alcance de todos, como recomendación personal lo más sano sería evitarlo sin embargo es como decirle a una persona que esta en el punto más alto de su adicción que deje el alcohol, ni siquiera va a reconocer que padece de algo y lo seguirá haciendo aunque esto lo destruya. Ver fotos

Tener pareja es un hecho relevante hoy en día, parece que estar con alguien fuera algo que nos define, triste pero cierto. He estado pensando en la loca idea de que en las escuelas primarias y secundarias, deberían de existir clases del control de las emociones, así, cuando se llegue a la juventud y adultez nos tiremos menos al drama, convivamos con aquello que nos atormenta y podamos salir adelante más rápido. Siempre he dicho que la gente no sabe convivir con el dolor del "alma", con las emociones "negativas", ansiedad, tristeza y enojo, pareciera como si a toda costa quisiéramos evitar sufrir, hoy pienso que aquellas personas que solamente evaden ese dolor, son las que menos crecen, las que se estancan y no progresan, porque, como dice una canción, "sin dolor no eres feliz". Trato con gente de manera cotidiana y la petición que siempre me hacen es "que pase rápido éste dolor", estamos tan acostumbrados a la inmediatez, que nos desesperamos c

Hay días buenos y malos, pero ¿que pasa con aquellos que son indiferentes?, los cuales no son ni negros ni blancos, sino que están en medio, en una tonalidad grisácea, en donde parece que todo transcurre con la normalidad  de siempre, esos que nosotros llamamos "rutinarios". Al terminar mi día me identifico con José Guadalupe Posada, captó a los hombres en su momento más desafortunado, ser Psicólogo es similar a esta frase, el día a día posa en el sillón a cientos de personas que se rompen, que se quitan sus mascaras y muestran la fragilidad real del ser humano, la vulnerabilidad del mismos que nada tiene que ver con su físico sino con su alma. Para mi como Psicólogo un día común tiene que ver con rupturas del alma, aquellos que no son satisfechos, que no encuentran la felicidad y que buscan hallarla en alguien que no es uno mismos, que perdidos estamos, tratando de buscar nuestra falta en aquel que tampoco no tiene ni idea de lo que buscamos, eso quiere decir que siempre